WORLD OF ARKCRAFT / REINOS ENFRENTADOS / ROLEPLAY / 11/5/25

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Address 84.78.71.250:7777
Hostname ESP/LAT WORLD OF ARKCRAFT / REINOS / ROLEPLAY / COMERCIO / 1
Status Checked 4 minutes ago
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Location Spain
Version 65.12
Map ASARIK_WP
Registered by perchuki
Registered since May 11th, 2025 03:17 AM EST
Last update May 11th, 2025 03:17 AM EST
Tag(s) Modded PvE PvP Roleplay Survival Ascended Third Person
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About This Server

Hace mil años, los dioses del viento, del agua, de la tierra y del fuego decidieron forjar un lugar donde la armonía entre mortales y bestias pudiera prosperar. Así nació Tsuchi-no-Shima, un archipiélago semicircular donde cada isla reflejaba el elemento que la sustentaba: volcanes humeantes, pantanos místicos, mares cristalinos y valles fértiles.

En la isla central, bajo un gran cerezo milenario llamado Kibō no Sakura, se alzó el Palacete de los Espíritus, residencia de la familia real Yamori. Los primeros emperadores Yamori, descendientes directos de Amateru—la diosa del sol—aprendieron a domar a las criaturas más feroces con cánticos sagrados y templos ocultos. Durante generaciones, sacerdotes y guerreros velaron por el equilibrio: los sabios Suiren purificaban las aguas, los herreros Kurogane templaban el acero, los arqueros Hayabusa patrullaban los cielos y los diplomáticos Kinrō tejían alianzas con pueblos lejanos.

Pero la codicia humana, atraída por las riquezas minerales y los secretos del templo, fracturó la unión. Antiguos manuscritos hablan de un linaje maldito de traidores que, ansiosos de poder, profanaron los sellos que contenían al Ryū Kurenai, el Dragón Carmesí. Dormido desde la creación, Kurenai despertó con un rugido que hizo temblar los volcanes y alzarse olas despiadadas. Su fuego marcó la caída de templos y la dispersión de la familia imperial.

De aquellas llamas surgieron los cuatro clanes:

Kurogane (Acero), forjados en el fragor de la herrería, juraron reconstruir el templo con su metal legendario.

Suiren (Loto), guardianes de los manantiales sagrados, buscaron sanar la tierra infectada por la ceniza dracónica.

Hayabusa (Halcón), herederos del antiguo cuerpo de exploración real, se convirtieron en centinelas de las montañas y los acantilados.

Kinrō (Oro), mercaderes de las regiones costeras, acumularon tesoros para sobornar espíritus y procurar recursos. (editado)
[19:08]
Con el poder del dragón desatado, las islas se fragmentaron y la roca viva cobró conciencia. Ruinas volcánicas brotaron de la tierra, pobladas de saurios de ceniza y quimeras de obsidiana. En el corazón de cada isla quedó un fragmento del Kibō no Sakura, cuyos pétalos dorados, al caer, otorgaban visiones proféticas.

Hoy, el linaje Yamori yace disperso: algunos sobrevivientes han tomado el nombre de ermitaños y sabios, ocultos en cuevas milenarias; otros se creen muertos, pero murmuraciones hablan de un joven príncipe exiliado que guarda la llave para volver a sellar a Kurenai. La profecía dice:

“Cuando los Cuatro se unan bajo el florecer de un pétalo dorado, y el heredero perdido invoque al Amanecer Eterno, el Dragón Carmesí volverá a su sueño… o consumirá lo que quede de Tsuchi-no-Shima.”

Los clanes, divididos entre el deseo de restaurar la gloria imperial o aprovecharse del caos, envían emisarios y espías. Tú, viajero, debes decidir: ¿serás constructo de alianzas que redima la tierra, o chispa de discordia que acelere su destrucción?